La radiografía veterinaria es una imagen que es captada mediante rayos X, que en otras palabras son radiación electromagnética con similitudes a la luz visible, pero con mayor energía y longitudes de onda más cortas. Estos rayos pasan atreves del paciente y al ser absorbida en diferente cantidad según la densidad del tejido se ve la imagen con distintos matices.
Esto es muy útil a la hora de identificar problemas óseos, encontrar tumores o fluidos extraños en algún órgano como por ejemplo el pulmón, entre otras irregularidades que no se pueden ver a simple vista, ya que suelen ser internas o por el contrario identificar la gravedad de la situación.
1.- Accesibilidad potenciada:
Tener todos los exámenes en un solo lugar como en este caso donde cada radiografía veterinaria este organizada en un sistema que facilite su acceso de manera rápida, ya que, en caso de enfrentarse a una emergencia es crucial; lo que es determinante a la hora de salvar vidas.
Así como también es bueno para mejorar el flujo de trabajo en la veterinaria, lo que reduce el esfuerzo invertido en actividades administrativas y mantiene una mejor comunicación con el tutor, gracias a que para ellos ver una gestión eficiente les da la confianza de dejar a los animales de una veterinaria en un establecimiento seguro.
2.- Colaboración entre los profesionales:
Hay ocasiones en las que pacientes llegan al establecimiento necesitando cierto tipo de tratamiento o una afección relacionada con una especialidad en concreto, por lo que, aunque se hagan la radiografía veterinaria en su clínica algunas veces deben ser transferidos a otras.
Este proceso puede ser delicado según el estado de la mascota, de modo que es importante facilitar la colaboración con el otro centro y entregar la información rápidamente para priorizar la salud del paciente. De todos modos, esto también puede pasar en una misma clínica veterinaria de gran tamaño, que se tenga que entregar la información entre sus mismos profesionales según su disponibilidad o especialidad como fue mencionado en el caso anterior.
3.- Seguridad y respaldo de datos:
Algo importante en el trato con los animales de una veterinaria es mantener su información segura para evitar inconvenientes y despreocuparse de amenazas cibernéticas que pueden dañar tanto al propio prestigio de la veterinaria, como también a sus clientes quienes en el caso de alguna perdida deberán realizar la radiografía veterinaria nuevamente costándoles tiempo extra que en muchos casos no suelen tener.
Sin mencionar que la perdida de estos datos por responsabilidad de la clínica, por lo que también puede generar pérdidas económicas debido a tener que hacerse responsables o debido a perder clientela.
4.- Facilidad de seguimiento a largo plazo:
Es importante un seguimiento riguroso para así resguardar la salud de los pacientes, por lo que tener la radiografía veterinaria organizada con dodoZooft te brinda la facilidad de conectar la información de las mascotas y tenerla junto al historial para que en un futuro se pueda dar un mejor diagnóstico.
Un ejemplo de esto sería que un gato llegue al centro con dolores en una de sus extremidades, pero no presente ninguna lesión externa, por lo que al ver la información previa se puede ver una fractura que pasó años atrás, así dándole una idea de qué puede estar pasando gracias a los antecedentes.
5.- Reducción de impacto ambiental:
A pesar de ser algo que parece no estar relacionado, manejar este método le permite gastar una mínima cantidad de materiales contaminantes, por lo que, aunque no parezca un gran aporte diariamente estos recursos van dañando de manera importante al planeta.
Sin mencionar el hecho de que esta corriente va tomando fuerza cada día que pasa, por lo que se puede llegar a más clientes al mostrar su compromiso por el medio ambiente.